Para Ricardo de León Adán, originario de la Ciudad de México, su llegada a la Universidad Europea del Atlántico ha sido una experiencia profundamente enriquecedora. Tras un vuelo de 12 horas desde su tierra natal hasta Barcelona, seguido de una breve travesía hasta llegar a Santander, Ricardo, que estudiará el grado en Psicología (PSI) ha comenzado a adaptarse a su nueva vida en un entorno que, para él, contrasta profundamente con la rapidez de su ciudad. Santander, una ciudad tranquila, con su mar Cantábrico de aguas frías y paisajes naturales que quitan el aliento, le ha recibido con amabilidad.
A pesar de que aún está comenzando su andadura universitaria, Ricardo ya siente que sus sueños se están cumpliendo. «Aún es muy pronto, pero por ahora van cumpliéndose mis expectativas», afirma. La transición a esta nueva etapa ha sido un proceso de aprendizaje no solo académico, sino personal. La organización, la adquisición de nuevas responsabilidades y la planificación diaria han sido retos que ha enfrentado con entusiasmo. Agradece el apoyo que ha recibido de sus compañeros y por parte del personal de la universidad, quienes le han brindado una seguridad que considera fundamental en su proceso de adaptación.
Actualmente vive en la Residencia UNEATLANTICO, un espacio que describe como «un concepto muy interesante». Aunque reconoce la rigidez de los horarios como un desafío, aprecia la seriedad con la que se gestionan aspectos como la seguridad y la entrada y salida de los residentes. Para él, el mayor beneficio es la oportunidad de conocer a personas de diferentes lugares y culturas, algo que enriquece su experiencia en la universidad.
Apasionado por el deporte, especialmente el ciclismo, la natación, el montañismo y el buceo, Ricardo también dedica parte de su tiempo libre a la lectura y al placer de descubrir nuevas culturas y personas. A pesar de las diferencias entre Santander y su ciudad natal, se ha adaptado bien, encontrando en esta nueva etapa de su vida un equilibrio entre sus estudios, su pasión por el ejercicio y su deseo de ayudar a los demás, lo que le motivó a estudiar Psicología. Siguiendo los pasos de su madre, siempre ha tenido un gran interés en el bienestar de los demás, y su habilidad para escuchar y comprender a las personas ha sido una constante desde su infancia.
Ricardo de León Adán ha comenzado una aventura que, sin duda, marcará su vida para siempre.