El hecho de mudarse ya de por sí es difícil, pero si además es con gente que no has visto nunca y a un lugar que desconoces por completo, la incertidumbre es aún mayor.
En la Residencia UNEATLANTICO contamos con varias opciones de vivienda, todas bonitas y muy prácticas, desde un estudio individual o compartido, hasta unos apartamentos completamente equipados en los que puedes escoger entre habitación individual o compartida.
El primer año no puedes escoger a tus compañeros, pero gracias a esto podemos conocer a más gente, incluyendo a personas de diferentes nacionalidades y eso es una ventaja para nosotros.
En mi caso estoy en un apartamento y ,dentro de este, en una habitación compartida. Somos seis chicas de tres nacionalidades; tres mexicanas, una brasileña y dos españolas. Esto es algo positivo pues enriquece culturalmente el grupo y nos hace conocer diferentes maneras de organizarnos, de comer, de pensar y de actuar, enseñándonos así unas a otras a convivir. Personalmente creo que se forman lazos de amistad muy rápido, lo que hace todo más fácil.
Además de los estudios y de los apartamentos disponemos de varias zonas comunes como salas para estudiar, la sala de ocio o el gimnasio. También otra opción es estar en la recepción de la residencia, dónde nos solemos juntar varios compañeros y amigos a charlar.
Al final, vamos creando grupos con la gente más afín a nosotros, haciendo planes y creando nuestra “nueva vida”. Una ayuda en este proceso son los veteranos, ya que al llevar un tiempo viviendo aquí nos ayudan a adaptarnos.
Dejando de lado las relaciones de amistad que se crean y la vida paralela que formamos en la que es nuestra casa por una temporada, también nos tenemos que preocupar de tareas. Esto de algún modo nos hace madurar y convertirnos poco a poco en personas más responsables e independientes. Desde poner lavadoras, a limpiar o a hacer la compra, para así, aunque tengamos la opción de contratar un servicio de catering, en caso de no quererlo, poder hacernos la comida todos los días.
Por ello, aunque la residencia sea más restrictiva que un piso por sus normas, nos facilitan la vida ofreciéndonos servicios para mejorar nuestra estancia, y aunque con algún límite, permite que además de disfrutar de la experiencia universitaria conozcamos gente.